Esta casa minimalista se encuentra ubicada en una zona residencial de Cancún, construida sobre un terreno de 273 metros cuadrados (2.940 pies cuadrados) . La estrategia de este proyecto consistía en limitar el volumen habitable en el lado occidental, con el fin de aprovechar al máximo las vistas, la sombra y la incorporación de la vegetación pública con el interior de la casa, a través del espacio vacío entre ellos.
Esta casa le da la bienvenida con un techo de doble altura como elemento de transición de la construcción de dos pisos. Revelar, por un lado, la totalidad de la parcela con vistas al exterior de la terraza y la vegetación adyacente y en el otro lado, la escultura de gran formato. Esta casa cubre las necesidades de una pareja sin hijos, lo que permite un interior abierto y dinámico, que conecta todos los espacios funcionales y visualmente. En el primer nivel, se encuentra el living que se ensancha y se integra con la piscina y la terraza, creando un espacio para el uso interior / exterior. Los espacios interiores están dotados de calidad derivada de un segundo techo de doble altura en la zona de comedor, que permite vistas desde las habitaciones a través de las áreas de la vida, que se extiende a la piscina y la terraza.
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